El pasado 2 de marzo la Comisión Europea aprobaba Amflora, una patata optimizada genéticamente de BASF para la producción de almidón para su utilización industrial.
“Nos complace que la Comisión Europea haya aprobado Amflora, después de más de 13 años de espera”, declaró Stefan Marcinowski, miembro del Consejo de Administración de BASF SE. “Esperamos que esta decisión sea un hito que favorezca productos innovadores que promoverán una agricultura competitiva y sostenible en Europa”. “Ya está definido el camino para el cultivo comercial de Amflora este año”, añadió Peter Eckes, Presidente de BASF Plant Science. “Amflora fortalecerá el posicionamiento internacional de la industria europea del almidón de patata”.
La European Food Safety Authority (EFSA) ha confirmado en varias ocasiones durante el proceso de aprobación que Amflora es un producto seguro para los seres humanos, los animales y el medio ambiente. Tras la aprobación de la Comisión Europea al cultivo comercial de Amflora, Suecia, en calidad de país informador, tramitará formalmente su aprobación legal. La solicitud de aprobación de la nueva patata fue presentada en este país en 1996.
Almidón puro de amilopectina
Amflora, en cuyo desarrollo han colaborado expertos de la industria europea del almidón, produce almidón puro de amilopectina para utilización en determinadas aplicaciones técnicas. Así pues, la patata Amflora no esta prevista para uso alimentario.
El almidón de las patatas convencionales es una mezcla de amilasa y amilopectina; esta última presenta una gran demanda por el sector industrial para muchas aplicaciones técnicas, especialmente en las industrias del papel, textil y adhesivos. La amilopectina pura es óptima pero la separación de los dos componentes del almidón presenta un elevado coste, por lo que la industria europea se beneficiará del almidón de alta calidad de la Amflora, que le permitirá optimizar sus procesos industriales. Por ejemplo, el almidón de amilopectina proporciona un mayor brillo al papel, y el hormigón y los adhesivos pueden procesarse durante un período de tiempo superior. Todo ello reduce consumo de energía, aditivos y materias primas como el agua.
En España, de momento, no
El proceso de aprobación de Amflora se inició hace más de 13 años con la presentación de la solicitud de autorización en agosto de 1996. El ámbito de la solicitud incluía cultivo, uso industrial y uso de la pasta como alimento.
Durante la moratoria de productos genéticamente modificados, no se concedieron aprobaciones para plantas modificadas genéticamente en la Unión Europea entre 1998 y 2004. BASF Plant Science volvió a presentar un dossier para el cultivo y un dossier para alimentos y uso en nutrición en 2003 y 2005 respectivamente, debido a la modificación de los reglamentos de la UE.
En 2006, la Comisión Europea publicó dos evaluaciones de EFSA concluyendo para ambos dossieres que Amflora es tan seguro como las patatas convencionales para seres humanos, animales y medio ambiente. Después de distintos debates y tras publicar la EFSA su opinión final y positiva sobre el uso de genes antibióticos indicadores de resistencia en plantas genéticamente modificadas el 11 de junio de 2009, el pasado 2 de marzo la Comisión Europea dio su aprobación al cultivo comercial de Amflora en Europa.
Los países que se beneficiarán inicialmente de esta tecnología son Suecia, Alemania y Republica Checa, donde se dará comienzo a la siembra ya este año. BASF no tiene un plan de negocios a corto o medio plazo para España, ya que este segmento industrial no esta desarrollado.
Biotecnología vegetal para la agricultura
BASF Plant Science es una empresa del grupo BASF que provee soluciones en biotecnología vegetal para la agricultura. Actualmente cuenta con más de 700 empleados que ayudan a los agricultores a satisfacer la creciente demanda de mejora en la productividad agrícola y una nutrición más saludable para seres humanos y animales. BASF Plant Science ha desarrollado una plataforma de descubrimientos orientada a características de mayor rendimiento y calidad en cultivos como maíz, soja y arroz, que comercializa junto a empresas líder en la industria de las semillas. Entre sus proyectos actuales se incluye el aumento de la producción de los cultivos extensivos, maíz nutricionalmente optimizado para alimentación animal o el aumento del contenido de Omega-3 en los cultivos de aceite para prevenir enfermedades cardiovasculares.
BASF por su parte, es una empresa química entre cuya gama de productos pueden encontrarse desde químicos, plásticos y productos de acabado hasta productos agrícolas, de química fina, así como petróleo y gas natural. BASF contaba con unos 105.000 trabajadores a finales de 2009, y contabilizó unas ventas superiores a 50 billones de euros.
Más información:
Úlia de Domènech Elizalde
Communications & Governmental Relations
ulia.de-domenech@basf.com
Tel.: 93 496 40 19. Móvil: 670 00 32 68
www.basf.es
www.basf.com/plantscience