El viaje de Solar Impulse coincidió con anuncio del el inicio en septiembre de las actividades de construcción de la mayor planta termo-solar del mundo en la región de Ouarzazate (Marruecos). Con una capacidad de 160 MW, esta planta es parte del plan de energía de Marruecos, que prevé la construcción de cinco parques solares hasta el año 2020 a través de los que generará un total de 2.000 MW y evitará la emisión de 3,7 millones de toneladas de CO2. El prototipo aterrizó en Madrid proveniente de Payerne para una revisión técnica y un cambio de turno entre los pilotos. Para volver, pasó de nuevo por Madrid.
Coincidiendo con su filosofía, Solar Impulse ha querido apoyar el pionero proyecto marroquí en favor de las energías renovables -André Borschberg y Bertrand Piccard se alternanban al mando del avión solar para cumplir el desafío de volar más de 2.500 kilómetros sin combustible, en un vuelo que servirá como último ensayo para la vuelta al mundo prevista en 2014, y también para conseguir una mayor preparación del equipo de Solar Impulse ante los desafíos de un tráfico aéreo regular, reforzar la cooperación con aeropuertos internacionales, y mejorar la gestión de la logística de mantenimiento.
Energías renovables en transporte, gracias a la química
El Solar Impulse vuela propulsado sólo por células fotovoltaicas, a una velocidad media de 70 km/h y a una altitud máxima de 8.500 m. Es el primer avión de la historia que puede volar de día y de noche sin necesidad de carburante fósil y sin emitir gases contaminantes. Está en desarrollo desde 2004 y pretende demostrar que la energía solar es una opción de futuro para los medios de transporte y que el progreso es posible mediante el uso de energías limpias 100%.
Este proyecto está liderado por Solvay, que contribuye con productos químicos y plásticos y con soluciones técnicas avanzadas para las energías renovables. En total, el avión usa 11 productos Solvay, aplicados en más de 6.000 piezas, en las áreas de almacenamiento de energía, los aislantes y los materiales ligeros. Omega, Schindler y Deutsche Bank son asimismo Partners principales.
Bayer MaterialScience es, por otra parte, socio oficial del proyecto, al que aporta sus conocimientos técnicos y sus materiales de altas prestaciones particularmente ligeros y resistentes, con los que es posible reducir el consumo de energía. En la actualidad, unos 30 investigadores de los laboratorios de la compañía en Leverkusen, Dormagen y Krefeld-Uerdingen (Alemania) están trabajando en materiales ligeros, pero a la vez resistentes, para mejorar la eficiencia energética. Los materiales de altas prestaciones se han empleado, por ejemplo, en la cabina de mando, las alas y los motores del avión.
Proyecto colectivo
Para acercar la iniciativa a aquellos ciudadanos sensibles al desarrollo sostenible, se ha abierto un proceso de crowdsourcing en el que se puede colaborar con diferentes aportaciones económicas: coleccionando la chapa oficial, adoptando una célula fotovoltaica como han hecho Al Gore y Paulo Coelho, inscribiendo el nombre en el fuselaje o visitando su centro de operaciones en Suiza.
El objetivo final es conseguir dar la vuelta al mundo en el 2014 y, de esta manera, demostrar que el uso de las energías renovables en el transporte de larga distancia es posible…y que el papel de la química es imprescindible para conseguirlo.
Los vuelos transfronterizos pueden seguirse en vivo en www.solarimpulse.com, vía Twitter (@solarimpulse), Facebook y mediante la aplicación para smartphones "Solar Impulse Inventing the Future", disponible gratuitamente en Appstore y Android Market. Además de conocer en vivo la posición del avión, su altitud y velocidad, unas cámaras montadas dentro de la cabina de pilotos permiten ver todo el proceso del vuelo.
Más información:
Carla Liébana
SOLVAY - Comunicación
carla.liebana@solvay.com
Tel.: 937 734 454
Loli Rosales / Roser Mitjà
dolores.rosales@edelman.com / roser.mitja@edelman.com
Tel.: 93 488 12 90
Karin Langguth
Tel.: 93 228 40 91 – karin.langguth@bayer.com
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